El 14 de julio, jornada revolucionaria parisina, convertida en fiesta nacional francesa, asocia la solemnidad de los desfiles militares con la alegre espontaneidad de los bailes y los fuegos artificiales. La toma de la Bastilla, el 14 de julio de 1789, se conmemora en Francia desde hace más de un siglo, 100 años de la alianza francesa y la republica.